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monorojo

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Estampar un mazo
setecientas veces
entre los faros de tu
 último modelo me A.C.
sentir mucho mejor
aunque sólo C.A. literatura


ROT
Si, siempre carga ese fierro, “por si acaso”, dice, dando a entender que es para defenderse, la verdad es que ella nunca esperó en verdad darle ese uso, pero por ese entonces no hacía mucho que yo la conocía, y me sorprendí cuando supe para que lo usaba en realidad, -“esta morra se toma las cosas muy en serio”, -pensaba yo.

Esa ocasión fue la primera,  era de noche e íbamos en la cleta, acababa de pasar por ella para ir a una fiesta a unas cuadras de su casa, la traía en los diablitos. Rebasé un camión de coca que iba a estacionarse, y dando la vuelta en la esquina se bajó de un brinco haciéndome seña de que la esperara. Se asomó hacia la calle por la que veníamos y empezó a caminar. Regresé un poco para asomarme y ver que hacía pero no alcancé a ver dónde se metió. No tardó mucho, salió de atrás del camión estacionado que habíamos rebasado, regresó con paso rápido y al llegar a la esquina donde yo estaba, echó a correr, “¡pícale pícale!” me dijo, venía cagándose de la risa, “¿que pedo?” pregunté y eché a correr detrás de ella, la alcancé y se trepó de nuevo a los diablos.

Ya en la fiesta de su amiga, tomando unas cervezas con sus cuates  y entre risas le pregunté “¿y qué hacías atrás del camión Lilith?”, ella y sus amig@s se cagaron de risa, “le picó las llantas” dijo Lourdes, una de sus amigas, y todos rieron de nuevo…

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